Marx
coincide con Aristóteles en la consideración del hombre como ser
socia, “animal político”, aunque lo hacen desde enfoques diferentes pues
mientras que Aristóteles piensa que la condición de ser político es lo único
que le diferencia del resto de las especies, Marx opina que el hombre pone el
centro de su sociabilidad en las condiciones materiales dejando en un segundo
plano la contemplación. En definitiva, mientras que para Aristóteles el hombre
es un ser pensante que se caracteriza por su raciocinio para Marx lo que
caracteriza al hombre es su trabajo.
Tanto la ética de Marx como la de Aristóteles está vinculada a las
consecuencias de las conductas. Sin embargo, para Marx los procesos
intelectuales están condicionados por la posición ideológica que se obtiene de
sus relaciones laborales mientras que para Aristóteles los procesos dianoéticos no son
importantes en la búsqueda del orden justo.
Para ambos, las personas deben
organizarse bajo el principio de equidad y la justicia es a misma proporción de
riqueza para todos, sin embargo mientras que para Marx la justicia radica en la
abolición de la propiedad privada para Aristóteles esta no es una condición
necesaria.
Marx y Santo Tomás se
diferencian en el modo de concebir la política, para Santo Tomás a pesar de que
al Estado le otorgaba una cierta libertad en lo que respecta al “bien común”
este quedaba subordinado a la iglesia y con ello a los valores de la ley
natural puesto que las leyes del Estado deben estar de acuerdo con esta última. Sin embargo para Marx el hecho de que la
religión haya tomado el poder del Estado supuso que los ciudadanos se resignen
a desigualdades y hagan aceptables determinadas situaciones solo por creer la
promesa de un más allá mejor. Para Marx la religión es el medio para mantener
oprimida a la clase desfavorecida, para Santo Tomás la religión es la que debe
guiar a los miembros del Estado para que logren hacer los mejor para los
ciudadanos.
Marx y el Anarquismo tienen en
común que ambos revindican una transformación radical de la sociedad aunque los
medios oportunos para llevarla a cabo son contrarios el uno del otro. Marx
defiende una dictadura del proletariado, en
la que los obreros son quienes dirigen la sociedad y es el Estado quien tiene la propiedad de
los medios de producción, los anarquistas defienden que la única manera de
reformar la sociedad es rechazar toda forma de gobierno pues en ella reside la
corrupción.
Comparte con Hegel la idea de que la historia
avanza dialécticamente sin embargo Hegel estaba convencido de que la historia
debe ser racional dominada por la idea. Para él los espíritus de los pueblos se
suceden como eslabones cuya finalidad es llegar a la libertad del Estado de
derecho moderno. Marx, por su parte, opina que lo que dirige la historia no es
la evolución general del espíritu humano sino las condiciones materiales de
vida cuya finalidad es llegar a un Estado comunista. En definitiva Marx propuso
un modo de elaborar la historia diferente al de Hegel en el que la historia no
es un instrumento ideológico al servicio de los poderosos.
De Feuerbach tomó el
concepto de alineación pues para ambos el hombre está deshumanizado porque sus
valores han sido entregados a Dios, aunque Feuerbach solo lo aplica al ámbito
religioso Marx lo amplia y adapta también al ámbito económico y al social dando
mayor importancia al religioso.
Con Nietzsche comparte la dura crítica que le hacen a la religión pues ambos la culpabilizan de
ser la causante de limitar las posibilidades e impedir el desarrollo del ser
humano pues engaña a sus seguidores llevándolos a creer en un mundo ilusorio.
Sin embargo Nietzsche lo hace desde un punto de vista más personal al
culparla de imponer una moral de esclavos, en la que se premia la mediocridad,
que impide que el ser humano se realice y Marx desde un punto de vista más
social al creerla la causante de que la sociedad se resigne ante situaciones
intolerables y acepten como normal multitud de injusticias.
Comparten además crítica a la concepción idealista de la historia. Sin
embargo mientras que Nietzsche niega cualquier tipo de finalidad en la
historia, para Marx la finalidad última de esta será llegar a una sociedad
comunista. Además a la visión histórica del marxismo; para Marx la historia
avanza dialécticamente impulsada por las tensas relaciones de producción; se
opone al “eterno retorno” de Nietzsche; la historia está formada por ciclos
temporales que comienzan y acaban constantemente repitiéndose de manera
infinita.
En la filosofía marxista, lo importante es la sociedad o la clase
social, siendo el individuo quién se debe sacrificar por esta. Nietzsche rechazaría este determinismo sociológico pues
para él por encima de la sociedad está el individuo llamado a desarrollarse al
máximo sin la opresión de ninguna sociedad ni ninguna religión para convertirse
en el superhombre.
Marx defiende al proletariado y
la dictadura de las clase obreras, esto será rechazado por Nietzsche pues
considera a las clase obreras “los débiles” y le culpabiliza que con la
propiedad colectiva y la igualdad social está imponiendo una moral de esclavo y
que lo que debe hacerse es premiar la genialidad para imponer una moral de
señores.
Buen Trabajo Gracias
ResponderEliminarBuen Trabajo Gracias
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