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jueves, 7 de junio de 2012

NIETZSCHE


Nietzsche se opone a toda filosofía que trata de imponer un conocimiento universal.
Nietzsche discrepa con Platón en que para este hay que imponer la razón dominando así las pasiones, defiende un espíritu apolíneo desde el idealismo racional mientras que Nietzsche piensa que lo importante es la vida y propone que sea un impulso, deseo y vitalidad, defiende el espíritu dionisiaco y mantienen la postura del vitalismo racionalista.
Ambos filósofos defienden la aristocracia, aunque desde perspectivas muy diferenciadas pues Platón defiende aristocracia del conocimiento, es decir piensa que los más sabios y generosos son quienes deben gobernar la sociedad ideal mientras que Nietzsche defiende aristocracia de los creadores de nuevos valores, es decir en el superhombre que se rige por la “moral de los señores”, propia de espíritus elevados.
Sin embargos tienen ópticas distintas en cuanto a los valores pues Platón recurre al mito de la caverna para manifestar se acepta como verdadero sombras de unas ideas creadas por el Demiurgo (Dios) que están fuera de nuestro mundo mientras que Nietzsche critica totalmente esto pues piensa que todos esos antiguos valores deben derrumbarse con la “muerte de Dios” ya que se fundamentan en la creencia de que el sentido del mundo está fuera del mundo pues defiende que los nuevos valores deben ser creados por el superhombre y buscados dentro de nuestro mundo.
Con Santo Tomás entra en discrepancias pues mientras que este se esfuerza en demostrar la existencia de Dios de forma racional mediante sus cinco vías a Nietzsche se le conoce como el profeta de “la muerte de Dios” ya que para Nietzsche todos los antiguos valores que se fundamentan en la creencia de que el sentido del mundo está fuera del mundo y que se personifican en Dios por tanto esto entra en discrepancias con la creencia de una ley eterna que existen en la inteligencia de una divinidad y que desde la eternidad rige la totalidad del universo. Para Nietzsche la ley natural, que es una pequeña parte de la ley divina, está fundamentada en la “moral de esclavos”, es decir la moral de la mediocridad que está forjada en el instinto de venganza de los antiguos reprimidos contra la vida superior, está moral fue impuesta por los judíos pero la religión cristiana aceptó está inversión de los valores que alaban a los débiles.
De Schopenhauer recibe una gran influencia acerca de la voluntad de vivir pues ambos comparten que el hombre posee esta facultad sin embargo  para Schopenhauer la vida supone dolor y para aliviar ese dolo se refugia en el ascetismo, mientras que para Nietzsche aunque la vida le suponga un cierto dolor prefiere disfrutarla al máximo recurriendo al espíritu dionisiaco y refugiándose en el arte, especialmente el de Wagner, para librarse de este dolo que le supone la vida.
Con Marx comparte la dura crítica que le hacen  a la religión pues ambos la culpabilizan de ser la causante de limitar las posibilidades e impedir el desarrollo del ser humano pues engaña a sus seguidores llevándolos a creer en un mundo ilusorio.
Sin embargo Nietzsche lo hace desde un punto de vista más personal al culparla de imponer una moral de esclavos, en la que se premia la mediocridad, que impide que el ser humano se realice y Marx desde un punto de vista más social al creerla la causante de que la sociedad se resigne ante situaciones intolerables y acepten como normal multitud de injusticias.
Comparten además crítica a la concepción idealista de la historia. Sin embargo mientras que Nietzsche niega cualquier tipo de finalidad en la historia, para Marx la finalidad última de esta será llegar a una sociedad comunista. Además a la visión histórica del marxismo; para Marx la historia avanza dialécticamente impulsada por las tensas relaciones de producción; se opone al “eterno retorno” de Nietzsche; la historia está formada por ciclos temporales que comienzan y acaban constantemente repitiéndose de manera infinita.
En la filosofía marxista, lo importante es la sociedad o la clase social, siendo el individuo quién se debe sacrificar por esta. Nietzsche  rechazaría este determinismo sociológico pues para él por encima de la sociedad está el individuo llamado a desarrollarse al máximo sin la opresión de ninguna sociedad ni ninguna religión para convertirse en el superhombre.
Marx defiende al proletariado y la dictadura de las clase obreras, esto será rechazado por Nietzsche pues considera a las clase obreras “los débiles” y le culpabiliza que con la propiedad colectiva y la igualdad social está imponiendo una moral de esclavo y que lo que debe hacerse es premiar la genialidad para imponer una moral de señores.
Nietzsche puede relacionarse con Ortega y Gasset en la concepción de la vida. Para Nietzsche la vida es considerada desde una perspectiva biológica como impulso instintivo mientras que para Ortega, más influenciado por el historicismo, la considera como biografía y como un cúmulo de vivencias personales. Para ambos la vida se caracteriza por la evolución, y la realidad está sometida por la historia.
Sin embargo ambos tienen una idea diferente del tiempo, para Ortega el tiempo solo puede ser entendido de un modo lineal mientras que para Nietzsche el tiempo es entendido de manera cíclica como Eterno Retorno.
En cuanto a la razón, para Nietzsche no puede penetrar en al esencia básica de la vida.
Al dejarnos guiar por la razón despreciamos la vida. Para Ortega la razón es la facultad humana indispensable ya que es necesaria para analizar las circunstancias que a cada uno de nosotros nos rodea, dar sentido a nuestra vida y construir nuestro proyecto vital. Ortega es raciovitalista mientras que Nietzsche es solo vitalista.
Se relacionan también en la concepción del hombre. Para Ortega el héroe es aquel que se exige a sí mismo para realizar su proyecto vital que al igual que el superhéroe de Nietzsche lucha contra la circunstancia o contra los antiguos valores para convertirse en lo que de verdad quiere ser o en un nuevo Dios terrenal. Tanto el hombre-masa de Ortega como el último hombre de Nietzsche

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